Llega el 2012 y con el nuevo año se renuevan todas las profecías que agoreros y apocalípticos neomayas, vaticinan para esta nueva era. Todo a raíz de una interpretación del calendario Maya que dice que el 21 de diciembre de 2012 comienza una nueva etapa.
Así que sectas de todo tipo se han forrado durante todo el año con la idea de que un meteorito impactará contra la Tierra. Otros apuestan por la inversión de los polos geomagnéticos y la mayoría por una emisión de energía solar tan poderosa que afectaría todo el planeta. Llegados a este punto hay dos corrientes, unos vaticinan una tormenta solar por la colisión del un cuerpo celeste contra la tierra o la llegada de un Anticristo incitados de una guerra nuclear. Las opiniones varían.
Entre los optimistas también hay diferencias. Para estos el comienzo de la nueva era supondrá un despertar de la conciencia humana gracias a la alineación del planeta con el centro de la galaxia, o directamente por el regreso de personajes míticos.
Los mayas fueron grandes astrónomos, capaces de predecir eclipses, o los ciclos de Venus y Marte, que actúan de forma decisiva, según ellos, en el comportamiento bueno o malo de la naturaleza y las personas.
El caso es que el fenómeno ha dado pie a innumerables películas, series de televisión, documentales, libros y artículos. Y, aunque el epicentro de la predicción está en el mundo maya de México, místicos de todo el mundo se han movilizado para librarse del cataclismo.
"En España, por ejemplo gana fuerza el grupo GSE 2012 (Grupo de Supervivencia de España 2012) formado por familias y amigos preocupados por un cataclismo. Trabajan en la construcción de una comunidad refugio en zonas de montaña para sobrevivir a los posible efectos de tormentas solares, terremotos, tsunamis y ataque nucleares" explica Laura Castellanos autora del libro '2012, las profecías del fin del mundo' (Grijalbo). "El grupo GSE 2012 exige al Estado que construya estructuras reforzadas para la población común pues considera que de otra forma sólo se salvaría la gente poderosa" tal y como sucede en la película de Hollywood '2012', que popularizó las profecías mayas.
En Venezuela los arquitectos Bruno Bellomo y Ellian Rubina buscan financiación para su proyecto Oziré, un búnker acuático inspirado en el erizo. En Ecuador se planea hacer un refugio subterráneo para medio centenar de personas. En Rusia el científico Yevgueni Ubiyko construyó una bóveda para 40 personas a 70.000 euros la plaza. Y en el corazón de Yucatán, en la remota comunidad de XUL, un grupo de italianos ha construido la Ciudad del fin del mundo, una urbanización preparada para resistir las altas temperaturas y la falta de comida.
Precisamente cerca de Yucatán, en Tabasco, está celosamente guardada la madre del cordero; la lápida maya en la que está grabada la fatídica fecha en la que terminará nuestra era: "21 de diciembre de 2012".
Antropólogos e historiadores insisten en que hace 5.000 años, los mayas dijeron que terminaba un ciclo, sí, pero para que comenzara uno nuevo, de acuerdo a su concepción cíclica del tiempo. La cosmovisión maya de la vida es un círculo, de modo que el pasado está delante y el futuro ya ocurrió.
Según este calendario, el 21 de diciembre de 2012 la cuenta larga volverá al cero y comenzará un nuevo ciclo de 5.125 ó 13 baktunes (unidad de medida), que comenzó el 11 de agosto del año 3.114 a.C. Después del 13 baktún (el que termina este año) seguirá el 14 y así sucesivamente, hasta el 20. Entonces se completará un piktún (otra unidad de medida) e iniciará otra serie de 20 baktunes. (El Mundo)
Hace quince años, Fernando Malkún, barranquillero de origen libanés, dejó la arquitectura que había estudiado en la Universidad de los Andes, y a la que se había dedicado casi una década, para responderse preguntas que se le atravesaron en su vida. Durante ese recorrido se encontró con la cultura maya y se dedicó por completo a su estudio. Hoy es un experto en el tema, con reconocimiento internacional, y se mantiene de viaje por el mundo explicando el mensaje que esa civilización dejó para los seres humanos.María Paulina Ortiz.
–¿Los mayas dijeron que se iba a acabar el mundo en el 2012?.
— Fernando Malkún.
Se está generando un pánico colectivo absurdo aduciendo que ellos habían anunciado que el mundo se acabaría en diciembre del 2012. No es cierto. Los mayas nunca usaron la palabra fin. Sí anunciaron un momento de cambio, de gran aumento de la energía del planeta, lo que vendría a causar ‘eventos destino’, es decir, definitivos, en la gente.
–¿Cuándo va a pasar esto?.
— No va a pasar: está pasando. Solo que las personas no están juntando todas las piezas del rompecabezas para verlo. Pero estamos en una ola de cambio como nunca.
–¿En qué se percibe, según lo dicho por los mayas?.
— La profecía anunció que el planeta elevaría su frecuencia vibratoria, lo que es un hecho: esta frecuencia -que se mide con la resonancia Shumann- pasó de 8 a 13 ciclos. Todos los planetas del sistema solar están cambiando. De 1992 a hoy, los polos de Marte han desaparecido un 60 por ciento y Venus tiene casi dos veces más luminiscencia. Llevamos 300 años registrando el Sol, y las tormentas solares más grandes han sucedido en los últimos seis meses. Ha habido un aumento de terremotos del 425 por ciento. Todo está acelerado desde los puntos de vista geofísico y solar. Nuestro cerebro, que irradia sus propias ondas, se afecta por esta mayor irradiación del sol. Esa carga electromagnética es la razón de que sintimos el tiempo más rápido.
– Habla de 1992. ¿Por qué ese año?.¿qué pasó ahí?.
— La esencia de las profecías mayas es comunicarnos la existencia de un ciclo de 26 mil años, llamado ‘el gran ciclo cósmico’.
Todo, estaciones, meses, días, se ajusta a ese ciclo. Hace 13 mil años, el Sol -igual que ahora- irradió más energía sobre el planeta y derritió la capa de hielo. Esa capa cayó al mar, subió su nivel en 120 metros y sucedió el llamado ‘diluvio universal’.
Los mayas dijeron que cuando el sistema solar esté otra vez a 180 grados de donde estaba hace 13 mil años, la estrella polar brille sobre el polo, la constelación de Acuario aparezca en el horizonte y el tránsito decimotercero de Venus se dé -lo que sucederá el 6 de junio del 2012- el centro de la galaxia pulsará y habrá manifestaciones de fuego, agua, tierra, aire. Y hablan, en específico, de dos periodos de veinte años -de 1992 a 2012 y de 2012 a 2032- de cambios intensos.
–¿Para qué lo anunciaban?.
— La cercanía a la muerte hace que la gente repiense su vida, la examine y corrija la dirección que lleva. Esto es algo que ocurre solo si algo cerca a ti, o que te pasa directamente, te impacta tremendamente. Es lo que ha sucedido con los tsunamis, los terremotos, los eventos de la naturaleza que estamos viviendo.
–Entonces, sí hablan de muerte.
— Hablan de un cambio, de un despertar de la conciencia. Todo lo que está mal en el planeta se está potenciando con el objetivo de que la mente humana se dedique a resolverlo. Hay una crisis de conciencia individual. La gente está viviendo ‘eventos destino’, sea en sus relaciones, en sus recursos, en su salud. Es un proceso de cambio que se basa sobre todo en que se está develando lo invisible, y está afectando en especial a la mujer.
–¿Por qué a la mujer?.
— La mujer es quien tendrá el poder de crear la nueva era, por su mayor sensibilidad. Según las profecías -no solo mayas, sino muchísimas-, la era que viene es de armonía y espiritualidad. Las cosas que están mal se van a resolver en el periodo que los mayas llamaron ‘el tiempo del no tiempo’, que irá de 2012 a 2032. Desde 1992, el porcentaje de mujeres que ven el aura (seres sanadores) en el planeta ha subido. Hoy, es del 8,6 por ciento. Imagínate que en 2014 sea el 10 por ciento. Significaría el inicio de un periodo más transparente. Esa sería la dirección hacia el cambio no violento.
–Pero lo que uno ve hoy es un aumento de la agresividad…
— Las dos polaridades están intensificadas. Están abiertos ambos caminos, el negativo, oscuro, de destrucción, de enfrentamiento del hombre con el hombre; y el de crecimiento de la conciencia. Hay varias voces que están poniendo a reflexionar al ser humano respecto de esto. Desde 1992, la información vedada de los gnósticos, los masones, los illuminati, está abierta para que se utilice en el proceso de cambiarse a sí mismo.
–¿Todo esto lo dejaron escrito los mayas, así de específico?.
— No hasta este punto. Ellos dijeron que el sol iba a modificar las condiciones del planeta y que generaría ‘eventos destino’. El sol ha roto todos los récords este año. Los terremotos han aumentado el 425 por ciento. El cambio de temperatura es muy intenso: del 92 para acá ha subido casi un grado, lo mismo que subimos en los 100 años anteriores. Antes, había 600 o 700 tormentas eléctricas simultáneas; hoy se presentan dos mil. Antes se registraban 80 rayos por segundo, hoy caen entre 180 y 220.
–¿Cómo sabían ellos que iba a pasar esto?.
— Tenían una tecnología extraordinaria. En sus pirámides había altares desde donde estudiaban el movimiento del sol en el horizonte. Producían gráficas con las cuales sabían cuándo habría manchas solares, cuándo sucederían tormentas eléctricas. Fue un conocimiento que recibieron de los egipcios, que, a su vez, lo recibieron de sacerdotes sobrevivientes de la Atlántida, la civilización destruida hace 13 mil años. Los mayas perfeccionaron el conocimiento y fueron los creadores de los calendarios más exactos. Uno, llamado’la cuenta larga’, termina el 21 de diciembre de 2012, y marca el punto del centro exacto del periodo de 26 mil años. Sabían que vendrían estos cambios y lo que hicieron fue darle esta información al hombre del 2012.
–¿Estos cambios solo han sido planteados por ellos?
— Todas las profecías hablan de lo mismo. Las hindúes, por ejemplo, anuncian el momento de cambio y hablan de la llegada de un ser extraordinario. Los mayas nunca hablaron de un ser extraordinario que viniera a salvarnos, sino de crecer en conciencia y asumir nuestra responsabilidad.
–¿Y si uno no cree en eso?.
— Creas o no, lo vas a sentir en tu interior. En este momento, la mayoría está viviendo un tiempo de evaluación de su vida. ¿Por qué estoy aquí, qué está pasando, para dónde quiero ir? .Basta mirar el crecimiento de la búsqueda de espiritualidad, no de religiosidad, porque la religión no le está dando respuestas a la gente.
–¿Su vida personal cambió?.
— Hace quince años. Era tremendamente materialista. Mi conducta hoy es muy distinta. Me pregunté por qué estaba aquí, para qué, y por razones especiales terminé metido en el mundo maya. Y puedo afirmar que no se trata de falsas creencias para remplazar por falsas creencias. Yo me quité muchas historias de mi mente, aunque aún sigo en el tercer nivel de conciencia, que es el que predomina en el planeta.
–¿Quiénes están más arriba?
— Hay personas que están en un nivel 4 o 5. Son las menos famosas, de bajo perfil. En un viaje me encontré a un jardinero extraordinario, por ejemplo. Esos seres están en servicio permanente, afectando la vida de muchas personas, pero no de manera pública.
–¿Qué tenemos que hacer, según esta teoría?.
— El universo nos está dando una oportunidad individual para reestructurar nuestras vidas. La manera de sincronizarnos es, primero, no tener miedo, darnos cuenta de que podemos cambiar nuestra conciencia. La física cuántica ya lo ha dicho: la conciencia modifica la materia. Lo que significa que tu vida depende de lo que tú pienses. La distancia entre causa y efecto ha disminuido. Hace veinte años, para que se manifestara algo en tu vida, necesitabas gran energía. Hoy, piensas algo y a la semana está sucediendo. Tu mente lo causa. Lo que debemos es buscar las respuestas, que están ahí. (Autor: María Paulina Ortiz)
CSP
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